Boris Johnson se enfrenta a nuevas acusaciones de mentir después de que varios altos funcionarios fueran grabados bromeando sobre una fiesta de Navidad celebrada en el número 10 de Downing Street (residencia oficial del Primer Ministro de Gran Bretaña). Una fiesta en pleno momento de restricciones por la pandemia que el entorno de Boris Johnson niega que existiera... o casi.

Johnson y sus ayudantes han negado en repetidas ocasiones que el supuesto evento, que habría sido organizado para el personal de Downing Street en diciembre d 2020, en pleno momento de restricciones, infringiera las reglas frente a la Covid-19. Claro que también, en un principio, negaron categóricamente la misma existencia de la fiesta. Pero ¿qué sucedió realmente?

La cadena británica ITV consiguió un vídeo en el cual se puede ver a un asesor de Boris Johnson bromeando con Allegra Stratton (entonces Secretaria de Prensa del Primer Ministro), sobre “una fiesta de Navidad en Downing Street el viernes por la noche”.

La conversación filtrada tuvo lugar el 22 de diciembre de 2020. El viernes anterior fue el 18, día en la que desde varias fuentes se apunta a que hubo una fiesta en Downing Street en la que se habrían violado las estrictas medidas antiCovid que se exigía cumplir a la ciudadanía en aquel momento. Esas fuentes han asegurado a medios como The Guardian, Mirror o a la BBC, entre otros, que en la fiesta hubo decenas de personas apretadas disfrutando de juegos navideños, con comida y bebida (queso y vino) e incluso un Santa Claus.

Laura Hughes, corresponsal política y diplomática del Financial Times, publicó en su cuenta de Twitter una información revelada por un funcionario del partido de Boris Johnson. Esta fuente informó al periódico británico de que, en cuanto a seguridad,  la situación en aquella fiesta fue "realmente mala" y que habrían asistido entre 40 y 50 personas.

Jacob Rees-Mogg, líder conservador de la Cámara de los Comunes, educado en Eton y conocido por sus excéntricas ideas que incluyen un profundo euroescepticismo y maneras anacrónicas de "caballero inglés" por encima del común de los mortales, bromeó durante la supuesta fiesta sobre el distanciamiento social y sobre cómo la policía no iba a investigar aquel evento.

BBC News informó que Jack Doyle, otro diputado conservador, también estuvo presente en la fiesta. No solo es, sino que, supuestamente, pronunció en ella un discurso e incluso entregó una serie de premios entre los presentes. Doyle es el actual Director de Comunicación de Downing Street y no ha sabido explicar en condiciones ni negar lo que allí sucedió o no. Son muchas las voces que piden su dimisión.

No está claro quiénes son los demás asistentes a la supuesta fiesta. Lo que sí parece probado es que, desde luego,  las reglas del distanciamiento social frente a la Covid-19 no se cumplían.

La Subsecretaria de Estado de Vacunas y Salud Pública, Maggie Throup, ha sido objeto de burlas por la respuesta que dio sobre el tema a BBC Question Time: “Me ha tranquilizado saber que todas las indicaciones -frente a la Covid-19- se cumplieron cuidadosamente, tal y como se hace habitualmente. (...) Cualquiera que fuera el evento, se cumplió con las indicaciones y todo esto solo ha sido un rumor".

También en actitud defensiva llegó la respuesta sobre el tema del Viceprimer Ministro Dominic Raab, quien aseguró en el programa de Andrew Marr de la BBC que celebrar una fiesta habría estado "mal". A ello añadió además que todas las informaciones existentes son "infundadas".

De esta manera, desde el Partido Conservador niegan las acusaciones y todas las informaciones aparecidas sobre la supuesta fiesta en todos los aspectos. ¿O sólo niegan el tema del distanciamiento social? Raab continuó explicando al programa de Andrew Marr de la BBC que “el Primer Ministro ha sido muy claro asegurando que no se rompieron las reglas" y añadió, "por cierto, yo no estaba allí". Un sinfín de excusas confusas.

En otro tuit, la periodista de The Financial Times Laura Hughes publicó que un funcionario hizo referencia a otra fiesta que había tenido lugar anteriormente. En este caso, comentó que se trataba de una celebración de despedida para uno de los colaboradores más cercanos de Boris Johnson.

Para empeorar las cosas, The Times publicó este 9 de diciembre otra información en la que se insistía en que se había celebrado una segunda fiesta. En este caso habría tenido lugar el 14 de diciembre de 2020. De la mano de la aparición de esta información, el periodista de la ITV Paul Brand destacó en su cuenta de Twitter que "esta historia corre y sigue corriendo".

Como era de esperar, la idea de que hubo fiestas en el número 10 de Downing Street mientras muchos británicos estaban en casa sin poder reunirse con sus allegados, incluso muchos de ellos padeciendo soledad durante el período navideño de 2020, ha causado enorme indignación. Y ello aunque se da por hecho que Boris Johnson no estaba en la fiesta. Aunque ¿quién sabe?

El periódico The Independent publicó que un miembro del Partido Conservador furioso por la situación ha abandonado la formación de inmediato. Según su fuente, esto sucedió después de que escucharon las “mentiras descaradas” de Boris Johnson sobre la controvertida fiesta de Navidad.

Allegra Stratton sí dimitió. Y lo hizo, según informó la BBC, con el rostro lleno de lágrimas y diciendo: "Lamentaré esos comentarios por el resto de mis días".

Sir Kier Starmer, miembro del Partido Laborista, criticó el video y lo definió como "un insulto" hacia todos los británicos que se han mostrado respetuosos con la ley y siguieron las reglas impuestas para el confinamiento por la Covid-19. En la Cámara de los Comunes, Starmer acusó al primer ministro de "tomar a la gente por tontos".

Actualmente, las acusaciones de estas supuestas fiestas en Downing Street no están siendo investigadas. En redes sociales se pide que paguen unos gobernantes que exhibieron su convicción de que estaban por encima de las reglas que decretaban para los ciudadanos de a pie. Mientras tanto, Boris Johnson cabalga su penúltimo escándalo y sigue sobreviviendo.

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