Si Ómicron elude las vacunas actuales, ¿cuándo habrá una vacuna nueva?
La nueva variante del coronavirus, Ómicron, está causando preocupación en todo el mundo. Docenas de países tienen el tráfico aéreo limitado a los países del sur de África donde se descubrió por primera vez esta cepa. Pero hay que mantener la calma: puede que las vacunas actuales funcionen y, si no, la ciencia tiene una respuesta.
Los temores de un regreso a los primeros días de la pandemia, con bloqueos completos, resultan exagerados. Los expertos ahora saben mucho más ahora y están mejor preparados para combatirlo.
El 26 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud declaró a Omicron una "variante preocupante". La cepa porta alrededor de 32 mutaciones de proteínas de pico, que son las partes de un virus que interactúan con las células. La variante Delta, que rápidamente se convirtió en una cepa dominante en todo el mundo, tiene sólo 10 mutaciones.
Jesse Bloom, biólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, explica en The New York Times por qué los expertos están preocupados por esta nueva variante. "En principio, las mutaciones pueden trabajar unas contra otras", dice. "Sin embargo, en este caso, es más probable que la selección evolutiva conduzca a la propagación de una nueva variante con combinaciones favorables de mutaciones que [una variante con combinaciones] desfavorables». En otras palabras: la variante recién descubierta probablemente se ha vuelto más fuerte como resultado de la selección natural.
Llevará semanas estudiar completamente la nueva variante, pero la OMS ya ha revelado datos preliminares que muestran que Ómicron presenta un "mayor riesgo de reinfección en comparación con otras variantes preocupantes".
(En la foto aparece Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud).
Mucha gente teme que esto signifique que la pandemia se extenderá aún más, con nuevos bloqueos y restricciones. Países como Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea han impuesto serias limitiaciones para Sudáfrica y sus países vecinos.
Sin embargo, una nueva variante no significa necesariamente que se necesite una nueva vacuna. The New York Times informa que, en este momento, hay docenas de equipos científicos trabajando las 24 horas del día en todo el mundo para averiguar si las vacunas actuales funcionan contra Ómicron.
Empresas farmacéuticas como AstraZeneca, Moderna, Johnson & Johnson, Pfizer y BioNTech han indicado a CNBC que están investigando la variante Ómicron a medida que evoluciona.
Pfizer y BioNTech dijeron a Reuters que aunque esperan más datos en breve, estiman que una nueva vacuna diseñada para Ómicron podría estar lista en unos 100 días.
Un comunicado de Moderna, publicado el mismo día en que la OMS declaró a Ómicron como una variante de preocupación, sostiene que la combinación de mutaciones en la variante "representa un riesgo potencial significativo que podría acelerar la disminución de la inmunidad natural e inducida por vacunas".
Paul Burton, director médico de Moderna, fue citado por CNBC, diciendo que una nueva vacuna podría estar lista "para principios de 2022". En ese momento también comenzaría a producirse en grandes cantidades. La compañía farmacéutica ha "movilizado a cientos" de empleados para estudiar Ómicron.
Hasta ahora, solo se ha recomendado una inyección de refuerzo de una de las vacunas autorizadas existentes como estrategia improvisada contra la variante Ómicron. Expertos citados por The Guardian coinciden en que los efectos de Ómicron se sentirán más en países con menor número de personas vacunadas.
El Reino Unido, Canadá, Australia, Japón, Alemania, los Países Bajos, Italia y España se encuentran entre los países que han notificado casos de la variante Ómicron hasta el momento. En la foto aparece el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, visitando a personas que reciben la vacuna de refuerzo en un hospital de Londres.
En reacción a la variante Ómicron, los gobiernos en general han expresado su preocupación, pero hay diferencias de tono entre varios países. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por ejemplo, ha dicho que la nueva cepa era "un motivo de preocupación, no un motivo de pánico". Añadió que por el momento no eran necesarios nuevos bloqueos ni medidas restrictivas.
Otros países han optado por las medidas radicales. Japón, por ejemplo, ha prohibido la entrada de todos los extranjeros al país. Un solo caso detectado en el país ha movido al gobierno a decretar el cierre total de las fronteras.
Antes del descubrimiento de Ómicron, países como Austria, Rusia y los Países Bajos ya habían impuesto confinamientos y otras restricciones para frenar el creciente número de casos de Covid-19 en sus territorios.
El riesgo de aumentar los casos de Covid-19 en invierno ya era motivo de preocupación para las naciones del hemisferio norte. Algunos temen que este invierno sea aún más duro que el anterior, cuando lugares inusuales como España (en la foto) y Texas se enfrentaron a tormentas de nieve jamás vistas.
Todavía no sabemos mucho sobre Ómicron y todavía hay mucho trabajo por hacer, especialmente si aparecen otras variantes. Sin embargo, es cierto que la experiencia de dos años de lidiar con el coronavirus es de gran ayuda para la comunidad científica. Y la vacuna sigue siendo la respuesta.
ADEMÁS: La huelga global que puede poner en peligro el Black Friday